viernes, 22 de febrero de 2013

Danza oriental en la era de la información

La danza del vientre (también llamada Danza Árabe) es una danza que combina elementos tradicionales de Oriente Medio junto con otros del Norte de África.
 

 
La antigua Danza Oriental es uno de los ejercicios más beneficiosos para la mujer. Con raíces ancestrales este arte femenino otorga a quien lo practica beneficios inestimables. Los movimientos circulares, suaves y femeninos de esta danza liberan y desbloquean tensiones profundas de las que a veces no se tiene conciencia. Además de ser una práctica sanadora, la Danza Oriental, es una herramienta que las mujeres podemos utilizar para conectarnos con nuestra esencia logrando un equilibrio mental-emocional-espiritual que permite la sanación del ser y la libertad del alma.
 
Para la danza del vientre se utiliza prácticamente todo tipo de música de los países de Oriente Medio. Aunque hay tres grandes bloques: el pop, el flamenco árabe, la música lenta , la fusión y la percusión. Aun así hay diversos ritmos según el país y la región, y muchas bailarinas emplean varios.
 
Los movimientos de la danza oriental son muy sensuales, personales y son diferentes dependiendo de varios factores. El primero depende de la música. En el caso del pop, se utilizan movimientos de caderas y vientre, con golpes secos y cortos así como también la utilización de velo; en el flamenco árabe destacan los movimientos de piernas y brazos; en la danza fusión destacan movimientos fluidos de vientre y caderas; y en la percusión se mueve todo el cuerpo con golpes secos y fuertes, sobre todo pecho, caderas y vientre. Otro factor que influye son los objetos con los que se baila, es decir, no se baila igual con sable o bastón que con velo o con alas de Isis. También es influyente la vestimenta. Con las faldas de sirena, los movimientos son sobre todo de caderas. Debido a la forma no se utilizan los movimientos de piernas. Con las faldas anchas o de folclore árabe se mueven piernas, caderas y vientre.
 
Las bailarinas crean ondas que simulan las dunas del desierto con estas faldas. Por último los pantalones bombachos permiten todo tipo de movimientos gracias a su comodidad. Además dependiendo de la zona se baila de manera distinta. No se baila igual en Egipto que en Marruecos. Por otro lado, cada bailarina acaba teniendo su propio estilo, su propia técnica y sus propios movimientos, ya que esta danza es muy personal.
 

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